Desde Suiza, el joven investigador Diego Sandoval Vargas monitorea la cantidad de energía solar que recibe Málaga
Por Pacelli Torres
Corresponsal del Chicamocha News en Europa
Con gran orgullo y admiración leí la carta que el Doctor en Ingeniería, Diego Sandoval Vargas, escribió animando a los estudiantes del Colcustodio a convertirse en ciudadanos diligentes y responsables. Diego es un ejemplo, en sí mismo, de lo que puede lograrse con entereza y dedicación.
Pero dejemos que sea Diego, personalmente, quien nos cuente de sus logros:
Chicamocha News (CN): Háblenos de su infancia y de sus tiempos de estudiante en Málaga.
Diego Sandoval (DS): Buenos días Pacelli, muchas gracias por su invitación. A pesar de algunas adversidades y dificultades económicas yo tuve una infancia feliz, despreocupada y con las mejores condiciones para desarrollar una mente curiosa y creativa. Crecí en una Málaga en la que los niños podíamos jugar en la calle y la Magnolia todo el día hasta bien entrada la tarde. Tuve la gran fortuna de crecer en una familia muy humilde, lo cual nos inculcó, a mis hermanos y a mí, de un gran sentido de la solidaridad. Tuve también la fortuna de crecer en una casa sin televisión, esto, sumado al hecho de que mi madre siempre procuró que tuviésemos libros cerca, y de que la biblioteca municipal estaba a 3 cuadras de mi casa, hizo de nosotros lectores asiduos y apasionados.
CN: ¿Hace cuánto que vive en Suiza y cómo fue el proceso para llegar a donde ahora se encuentra?
DS: Vivo en Suiza hace ya casi 6 años. Vine inicialmente por dos años, el tiempo que duraba mi maestría, pero terminé quedándome más tiempo.
Inicialmente vine con una beca de COLCIENCIAS.
CN: ¿Cómo fue el proceso para venir acá?
DS: Bueno, hace unos días casualmente, como usted lo mencionó al comienzo, escribí una carta abierta para los estudiantes de Málaga; dicha carta es, o quería ser, una invitación a soñar. Lo menciono porque el venir a Suiza empezó un poco así, como una idea. Yo recuerdo que siendo muy niño mis padres me decían "cuando usted sea grande va a viajar, estudiar y aprender mucho." Para mí estaba clarísimo que iba a ser así. Suiza fue sólo una elección. Una muy buena elección.
CN: Cuéntenos de su trayectoria profesional.
DS: Soy orgulloso ex alumno del Custodio García Rovira. Soy egresado de la Universidad Nacional de Colombia. Estudié Ingeniería Electrónica en la sede Bogotá. Durante los últimos semestres y después de mis estudios trabajé como investigador en el grupo de física aplicada del Centro Internacional de Física -CIF- (una entidad privada que también está en las instalaciones de la Universidad Nacional). La experiencia en el CIF fue esencial en mi formación personal y profesional. Igualmente formadoras y reveladoras fueron mis visitas durante ese tiempo a los cursos del ICTP (International Centre for Theoretical Physics) en Trieste, Italia, y también en Argentina y Chile.
Luego vine a Suiza y estudié una Maestría en Energy Science and Technology en el Politécnico Federal Suizo (ETH Zúrich). Desde mis días en el CIF, tenía la idea fija de construir, en algún momento, una casa. Pero no cualquier casa, sino una casa "ecológica". En ese momento era una idea muy incipiente, pero en todo caso una idea, es decir, un buen comienzo. Así que inspirado por esta idea, hice mi tesis de maestría en el grupo de Building Systems, en el departamento de arquitectura. Este grupo desarrolló un nuevo paradigma de construcción de edificios que se llama 2Sol, y que se ocupa de diseñar y construir edificios de Baja Energía (LowEx Buildings). El profesor de ese grupo, mi Doktorvater, me invitó (el día que lo conocí) a hacer un doctorado con él. Yo no tenía ni idea qué iba a hacer, pero por supuesto dije que sí, que como no. Hice mi doctorado en un tema que al final resultó muy interesante: tiene que ver con almacenamiento de energía en edificios residenciales lowEx y con la relación de estos edificios con la red eléctrica. Pero ese es un tema para otra charla.
La semana pasada recibí la medalla que la ETH otorga a las tesis distinguidas.
Dos estaciones como esta ya funcionan en Málaga y son monitoreadas en tiempo real desde Europa.
CN: ¿En qué consiste el proyecto que se está desarrollando en los terrenos del Colcustodio y en qué radica su importancia?
DS: El proyecto del Custodio está enmarcado en lo que llamamos "iniciativa Málaga", que es una iniciativa que a través de proyectos de infraestructura, educación, y de servicios, busca mejorar las condiciones y la calidad de vida de las personas en Málaga y la región. La tesis de la iniciativa es que el entorno y las posibilidades que este ofrece juegan un papel fundamental en el bienestar y en el desarrollo de las personas. Además, uno de los objetivos de la iniciativa es que sea auto-sostenible. Es por eso que el componente educativo es tan importante, queremos generar conocimiento y competencias que garanticen que la iniciativa perdure en el tiempo.
En este momento tenemos un par de proyectos concretos que de a poco empiezan a andar:
- La creación de una escuela de software libre en torno a las tecnologías raspberry pi y arduino. El objetivo de esta escuela es apropiarse de estas tecnologías, que están revolucionando el mundo de la enseñanza y la computación en todo el mundo. La escuela está principalmente dirigida a los colegios, pero las demás instituciones educativas, SENA, UIS, otras universidades, están llamadas a vincularse. Las condiciones están más que dadas, los rectores de los colegios de Málaga están trabajando coordinadamente, en equipo, lo cual de por sí es muy positivo.
- El otro proyecto consiste en la evaluación del potencial de energía solar en la región. En el marco de este proyecto en particular fue que se instaló la estación meteorológica en el Custodio. Es la segunda, la primera la instalamos hace dos años. Adicionalmente, desde comienzos de marzo, estamos midiendo el consumo eléctrico en el Hospital Regional García Rovira.
CN: ¿Por qué es importante el aprovechamiento de la energía solar?
DS: Porque la energía solar es abundante, limpia y gratuita. Generalmente, cuando escuchamos hablar de energía solar o de energías renovables pensamos en algo súper complicado, una invención del siglo XX. En realidad, nuestras abuelas y bisabuelas cocinaban con energía solar. La fotosíntesis es un proceso, no muy eficiente, que transforma energía solar en nutrientes o madera. No solamente la energía eléctrica, que se puede obtener a partir de paneles fotovoltaicos es interesante, también lo es la energía térmica, que es mucho más fácil de obtener y que sirve para calentar agua, por ejemplo; para bañarnos o para lavar sábanas en los hoteles y hospitales, o para el acondicionamiento térmico de edificios, piscinas, etc.
CN: ¿Cómo nace la iniciativa Málaga?
DS: Yo instalé hace dos años en Málaga una estación meteorológica que mi director de doctorado me regaló. Luego surgió la idea de que los estudiantes del ciclo introductorio de la UIS utilizaran los datos como insumo, tanto en la enseñanza como en sus proyectos de investigación. Fue así como contacté a Rony Ortiz, profesor de la sede Málaga y empezamos a trabajar en la idea. David Parra se vinculó a la iniciativa por el mismo tiempo y entre los tres empezamos a darle forma a los proyectos y a la estructura que queríamos impulsar. Cuando terminé mi doctorado, quise empezar un proyecto similar con el objetivo de conectar problemas concretos e investigadores en Colombia con investigadores y recursos en Europa. Ese primer intento, al que llamamos "iniciativa Colombia", al final no prosperó, o mejor dicho, está en la lista de pendientes, entre otras cosas, porque mis compañeros de iniciativa, dos estudiantes colombianos de doctorado en Suiza, tenían en ese momento otras prioridades.
CN: ¿Cuáles son sus planes a mediano y largo plazo?
DS: En este momento estoy muy interesado en impulsar y acompañar los diferentes proyectos de la iniciativa Málaga. Por una parte, queremos reproducir masivamente el ejercicio de medición en el hospital, medir consumo eléctrico (y también de agua y gas) y crear un mapa de consumo dinámico de Málaga y la región. Málaga va a ser el primer municipio de Colombia en el que los alumnos de secundaria van a implementar un proyecto de esa envergadura.
Otra idea que quisiéramos desarrollar en conjunto con la alcaldía y la UIS se llama "Málaga Verde". Tiene que ver con agricultura urbana, y con agricultura solidaria y sostenible. Se trata de cambiarle la cara a Málaga a través de la agricultura y la jardinería, de crear espacios verdes, zonas peatonales, en otras palabras, una Málaga en la que los niños puedan nuevamente jugar despreocupadamente hasta tarde en la calle y que le ofrezca a los jóvenes más oportunidades, que garantice la seguridad alimentaria de todos. Queremos que la comunidad y la administración empiecen a pensar de manera más orgánica en la forma en la que crece Málaga, y en lo que queremos que Málaga le ofrezca a sus habitantes. Tenemos una universidad experta en el tema, así que me parece que las condiciones están dadas.
CN: ¿Qué esperan de la iniciativa Málaga?
DS: Queremos que la iniciativa Málaga se consolide como una incubadora de proyectos encaminados a transformar positivamente el entorno y la calidad de vida de las personas en Málaga y la región. La base de este proceso es que los colegios se apropien de la idea e impulsen la creación de las capacidades tecnológicas y humanísticas que la iniciativa requiere. La idea es que en cuanto concierne al componente educativo y a la implementación del mapa de consumo dinámico, los rectores de los colegios en Málaga sean los abanderados y se encarguen de su implementación.
Hay dos actores muy importantes que todavía no se vinculan de manera contundente, pero que tienen mucho que aportar y que podrían ser líderes idóneos de los diferentes proyectos: el SENA y la UIS.
En general, yo esperaría que la comunidad se involucre de manera más decidida y activa en las discusiones y los proyectos relativos a la iniciativa.
CN: ¿Qué consejo daría a los jóvenes que quieran seguir sus pasos?
DS: Que resistan la tentación de la pereza y de las cosas fáciles. Que trabajen duro, que se mantengan siempre éticos y honestos. Y por supuesto, que no dejen nunca de soñar.
