Ante la apertura temporal de la Planta de Beneficio Animal de San Gil, la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) advirtió que aunque se reanudarán actividades durante los próximos 7 y 8 de octubre, para realizar una visita de inspección por parte del Juzgado Quince Administrativo del Circuito Judicial de Bucaramanga, la planta no podrá continuar funcionando posteriormente hasta no obtener el permiso de vertimientos requerido.
Para la directora de la autoridad ambiental, Flor María Rangel Guerrero, este permiso es de suma importancia por la cantidad de residuos sanguinolentos que llegarían al río Fonce si se pusiera en marcha nuevamente, pues "una actividad de esta dimensión debe tener una planta que trate los residuos, ya que lo que queremos es garantizar unas condiciones óptimas de la calidad del agua para la comunidad".
Aunque el trámite para obtener este permiso ambiental ya está en proceso, el Municipio de San Gil no ha cumplido con la totalidad de la documentación requerida. E incluso "una vez cumplidos los requisitos, no se puede otorgar inmediatamente el permiso, pues hay que hacer una evaluación y seguimiento, una visita y todo el procedimiento respectivo", así lo explicó Rangel Guerrero.
Entre tanto la CAS ha dispuesto de un equipo multidisciplinario para acompañar la visita de inspección judicial donde se supervisarán, entre otros temas, el uso del tratamiento de agua, el manejo de residuos sólidos y los procesos de vertimientos durante los dos días de funcionamiento.
