Los malagueños portaron carteles alusivos a la Ministra de educación.
Uno de los discursos más comentados durante la marcha que llevó a cientos de malagueños a caminar por varias cuadras, desde el aeropuerto Jerónimo de Aguayo hasta la Plaza Institucional de Málaga, para protestar contra las propuestas de la Ministra de Educación Gina Parody, fue el del Padre Parmenio Flórez, Rector del Seminario Mayor Diocesano de esta provincia de García Rovira.
A continuación transcribimos el texto de su discurso a solicitud de muchos de nuestros lectores:
Padre Parmenio Flórez, Rector del Seminario Diocesano.
"La naturaleza de la familia es Sagrada y Divina, la familia es Sacramento porque no es propiedad humana, sino que, incluyendo lo humano es de Dios, negarse a la verdad es darle pie al demonio para que avance en sus ataques sin tregua. La defensa de la familia no es un capricho, sino que es un ofrecimiento a la sociedad de su mismo soporte, de su mismo bien, de su completa estabilidad; la familia sacramental es motor de desarrollo.
Siempre la Iglesia ha tenido que enfrentarse al demonio que se presenta amablemente en todos los tiempos y en todas las instancias, disfrazándose hasta de alto dignatario. En el arte y en la escultura se suele representar al diablo con una figura horrorosa, pero nos damos cuenta que su figura no siempre es esa, no siempre es así, toma la figura humana, se disfraza de presidente o de ministra, o también usa la figura religiosa, utiliza un lenguaje acariciador, conciliador, halagüeño, atractivo, incluyente, todos y todas y hasta para los que no se sienten o no se encuentran identificados así.
El diablo también utiliza la palabra paz y sus derivados, acomodando circunstancias, dando privilegios, haciendo utilizar una falsa libertad y unos falsos derechos, una bondad inexistente, nos presenta una cara que no corresponde con el ser, la cara amable de una fiera devoradora, situación en la que los medios de comunicación de mayor prestigio también participan porque son alimentados con dinero, que no les permite hablar de la verdad y de la realidad, sino de la conveniencia para el sistema de poder.
La gente y las generaciones se cansan de estar bien, forman berrinches inspirados en la falsa novedad.
Estamos aquí para denunciar y para oponernos rotundamente a propuestas que atentan contra el plan de Dios desde siempre y por siempre, como la institucionalidad de la familia, el valor, el sentido y las consecuencias de la educación. Para poder educar hay que hacerlo en la verdad y en el amor, cuya base es Dios.
Directamente nos enfrentamos con los gnósticos, los ateos, los de sesgo pragmático, positivista, cientificista, racionalista, sensualista, a los que se quedan en la belleza de la creación, sin llegar a la hermosura del creador; aquellos cuyo Dios es el vientre, a los idólatras, que no son los que veneramos las imágenes religiosas, sino aquellos para quienes lo más importante es el poder, el tener y el placer, aquellos cuyo absoluto es su propio cuerpo, nosotros contamos con la fe en Dios, creador y providente, padre de nuestro Señor Jesucristo, único Señor y Maestro, Nuestro Salvador.
Nos están maltratando, nos ofenden, nos persiguen, tenemos que defendernos, tenemos que manifestarnos y hacernos oír, tenemos que unirnos, tenemos que exigirle al gobierno que se dedique a gobernar, a dirigir a Colombia por los caminos del bien común, del desarrollo, de la justicia para todos los ciudadanos que abandonen la corrupción, que no nos distraiga con títeres y payasos como los ministros y otros funcionarios que reciben mucha plata para distraer al pueblo mientras hacen sus fechorías, mientras siguen robando y vendiendo la patria.
No estamos buscando curules pero si elegimos y enviamos a hombres y mujeres para que desde los distintos estamentos del Estado, cumplan las funciones que ayudarán al bienestar de todos.
Qué tristeza, que dolor, que pena, que una ministra esté para cumplir unas órdenes y ella misma se identifique con esa ideología, que le causa tanto placer personal pero que destruye la humanidad. Se convierte en una enferma que quiere contaminar a todo el mundo con su enfermedad, esa es su alegría y su realización. Cuándo tendremos un Ministerio que eduque al pueblo sin idiotizarlo con cuentos flojos, mediocres y parcializados.
Somos hombres y mujeres de esperanza, no nos venza la fatiga, la pereza, el desánimo, la desconfianza, la indiferencia.
Dios nos bendiga, la Sagrada Familia de Nazaret nos proteja, y digamos todos: Bendito sea el nombre del Señor".
