Capitanejo estará a salvo de las aguas del Chicamocha

Gobernador de Santander gestionó 5 mil millones para frenar la amenaza


La amenaza del río Chicamocha a Capitanejo es evidente.

Una vez más el gobernador de Santander le dio la mano al municipio de Capitanejo, en esta oportunidad gestionando ante el  gobierno nacional, recursos por 5 mil millones de pesos, con destino a la construcción de una solución técnica e integral, para garantizar la estabilidad del casco urbano, ante las arremetidas del río Chicamocha.

Según el director de Gestión del Riesgo Departamental, Ramón Ramírez, ¨Se determinaron dos escenarios: el primero, construir 300 metros de espolones con geobolsas y el segundo, rectificar tres kilómetros del caudal del río. Esto se hará en unos cuatro meses, aprovechando la temporada seca¨.

Con base en los estudios correspondientes, la Dirección de Gestión del Riesgo nacional y departamental, de la mano con la Secretaría de Infraestructura de Santander definieron los proyectos requeridos para solucionar la emergencia.

Como se recuerda, el gobernador Didier Tavera en su visita del 12 de febrero pasado a García Rovira, con motivo de la elaboración del Plan de Desarrollo Departamental, se desplazó hasta Capitanejo, en compañía de un ingeniero de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, para inspeccionar personalmente la constante amenaza al casco urbano, por las crecientes del río Chicamocha, especialmente en temporada de lluvias.

En esa oportunidad el mandatario señaló que, "entre todas la necesidades vamos a priorizar lo urgente, lo que no da espera, por eso vinimos a Capitanejo y debemos actuar de forma inmediata".

Los gobiernos nacional y departamental aprobaron la construcción de obras definitivas para evitar que el río Chicamocha siga erosionando su margen oriental y cause daños en el casco urbano de Capitanejo.

Alcalde Johnny Pinzón celebró el anuncio

El mandatario local, Johnny Pinzón, recordó que en febrero se hizo un estudio completo sobre la amenaza que representa el río Chicamocha para el municipio, lo que fue certificado por el consejo municipal del riesgo y posteriormente aprobado por el mismo ente departamental, lo que ameritó la visita del gobernador, quien recorrió la ribera del río para verificar los resultados arrojados por el estudio.

Según el alcalde, "en este momento estamos esperando la determinación para saber de qué forma se van a ejecutar los trabajos. Sabemos que se va a iniciar con movimientos de tierras para evitar posibles daños en la temporada invernal que se avecina. Serán intervenidos 1.8 kilómetros, desde el nuevo puente La Palmera hasta varias cuadras abajo del parque principal".

Es posible que estos trabajos se complementen con la construcción de un malecón, a lo largo de la margen derecha del río, sin embargo, de acuerdo con el concepto técnico no se va a construir un muro sólido, por los riesgos de fractura y socavación que representan. La propuesta consiste en ejecutar unos trabajos especializados con bolsas de arena, malla en acero y cemento, para conformar un muro flexible que soporta los golpes del agua, pero que no permite la destrucción del talud.

"Adicionalmente vendría la reforestación de la margen del río para generar un ambiente natural muy agradable que en el futuro se convertiría en un hermoso sendero turístico, para conectar el nuevo y moderno puente La Palmera, con el casco urbano de la población, y así constituirnos en lo que se ha denominado un municipio visible", advirtió Johnny Pinzón.

Como una obra adicional será construido el colector de aguas residuales, de tal manera que, en contraprestación con el río, este no reciba ningún tipo de contaminación por parte del municipio.

Agregó el alcalde que, "otra de las buenas noticias para Capitanejo la constituye la inclusión en el Plan de Desarrollo Departamental, de la pavimentación de los 13 kilómetros que pertenecen a Santander, de la carretera Capitanejo – El Espino – El Cocuy". Vale señalar que la pavimentación de esta vía en el tramo correspondiente al departamento de Boyacá avanza a buen ritmo, entre El Espino y el sitio conocido como Puente Lata, en los límites con Santander.

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