Cambio Climático y Turismo: Dos líneas casi paralelas


​Por Mauricio Aguilar Hurtado
(*)

El Día Mundial del Turismo que se celebra hoy en todo el mundo, nos llama a una reflexión interesante en dos aspectos. Uno, la necesidad de desarrollo de los países y sus esfuerzos por mejorar la economía desde la promoción de lugares exóticos y destinos increíbles que atraigan al turista extranjero. Y dos, la delgada línea de comprensión de un fenómeno que está a tiempo de evitarse: los efectos del Cambio Climático.

Una variable en nuestro clima que nos sorprende con más hechos asombrosos, objeto de estudios mundiales y naciones enteras pidiendo a gritos al hombre que se detenga en la afectación de su entorno. Desde los derretimientos de los cascos polares, hasta la caída de tormentas más fuertes y también las sequías, como pasó en nuestros llanos orientales donde murieron miles de animales,  son algunos de los fenómenos que obligan a cada país a tomar un rumbo diferente en la prevención del riesgo por los efectos letales que esta ruleta climática ha traído.

Para el turismo, el cambio climático no es un evento ajeno, sino un fenómeno que debe venir de la mano consciente del hombre y su intervención a los lugares turísticos. Desde las regiones polares hasta las islas y sus playas, las montañas, las costas, y en nuestro caso, la conservación del segundo país con más complejos lagunares y de páramos, se ha vuelto una meta en la que interviene no solo el Estado sino las organizaciones ambientales que luchan por frenar la explotación incontrolada de los recursos naturales.

Como Congresista me he preocupado por el tema ambiental y sus posibles afectaciones, como el caso de las reservas de agua y la compensación ambiental por el proyecto Hidrosogamoso, así como la puesta en práctica en nuestro país del 'Fracking' por parte de las multinacionales petroleras.

No en vano, seguimos garantizándoles a los colombianos la búsqueda de más espacios para su cuidado, como la declaratoria de lugares maravillosos que merecen la atención del Estado, como lo es el complejo de humedales del Valle de Ubaté, y la legalización de los baños termales en la zona centro del país.

El llamado es para todos. Turismo y Cambio Climático, dos líneas paralelas que incluso estando en diferentes direcciones buscan un punto de encuentro, para demostrarnos como debemos empezar a cambiar de mentalidad y comportamiento, no solo es lo económico, es la lucha por la preservación, por un desarrollo competitivo y sostenible.

Nuestro ecosistema merece mayor respeto de los colombianos, empecemos por proteger nuestros recursos, defenderlo de posibles amenazas del hombre y sus empresas, es hora de asumir el reto e implementar tecnologías limpias como parte esencial en la estrategia de crecimiento de países en desarrollo como el nuestro.  Ese sería un regalo estupendo no solo para el planeta, sino para todas las futuras generaciones.

(*) Senador de la República

Autor de la ley de Turismo.

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