Un gran avance en materia de investigaciones relacionadas con la presencia de Cóndores de los Andes en el páramo del Almorzadero se conoció hace apenas unos días, a través de la Corporación Autónoma de Santander - CAS.
El pasado mes de julio, el biólogo Fausto Sáenz, estudiante de doctorado de la Universidad Javeriana y director de la ONG Neotropical, quien con la participación y apoyo de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) adelanta su trabajo de grado sobre el Cóndor Andino, reportó la presencia de 8 ejemplares de esta especie entre juveniles y adultos, distribuidos en el Páramo de Almorzadero, ubicado en la provincia de García Rovira, jurisdicción de la entidad ambiental.
Durante el recorrido de reconocimiento, en el que participaron otros tres condoreros, el Biólogo Sáenz constató que todavía hay condiciones para la recuperación de una buena población de la especie en el área de estudio, razón por la cual, con el acompañamiento y apoyo técnico de la Corporación, liderada por su directora general, Flor María Rangel Guerrero, viene ejecutando un trabajo que busca establecer las condiciones actuales y número de ejemplares que sobreviven al envenenamiento, a veces involuntario, y a los disparos de algunos habitantes de la región.
Así mismo, el Biólogo encontró varios sitios en las escarpadas montañas que sirven como condoreras, las cuales para Colombia son las primeras en ser registradas para individuos silvestres, siendo éstas los sitios de percha, anidación y cría por lo que su conservación como la de sus alrededores se convierte en una acción prioritaria.
Ante este hallazgo, el biólogo de la CAS y co-investigador del proyecto, Francisco Ciri, se atreve a proponer que, teniendo en cuenta que después de las poblaciones de Sierra Nevada de Santa Marta, Cáchira y Norte de Santander, en donde está focalizado un grupo de individuos, la población de Almorzadero es la siguiente más grande del país y desde la que, con un prioritario y avanzado programa de conservación, se puede tener una población que irradie hacia el norte y sur de la cordillera Oriental.
Ante lo anterior, la Titular de la CAS, con alegría por los hallazgos, refuerza su llamado a los habitantes del páramo para que convivan de manera pacífica con los cóndores, reduzcan el uso de pesticidas, eviten el envenenamiento de carroña e informen en las cabeceras municipales o en la Regional Málaga sobre avistamientos de ejemplares de esta especie.
