Así quedó el parabrisas del HK 4720 que cubría la ruta Bucaramanga - Málaga
Málaga, enero de 2013, redacción Chicamocha News.- Todo iba normal para los pilotos y los pasajeros del avión HK 4720, un SENECA 2, un bimotor de la empresa LAN, (Líneas Aéreas Nortesantandereanas), fletado especialmente por Francesco Barbosa, Gerente de la empresa AEROGAR, que presta sus servicios de chárter Málaga – Bucaramanga y viceversa.
Su piloto, Capitán Héctor René Márquez Gómez y su copiloto, Brian Peñaloza, habían decolado del aeropuerto internacional de Palonegro con destino al Jerónimo de Aguayo de Málaga sin novedad, y todo transcurría con normalidad, en un día esplendoroso de esos especiales para volar, por lo que los cuatro pasajeros, tres adultos y un niño que venían de Medellín a pasar la temporada de Navidad y fin de año en Málaga, disfrutaban del paisaje del cañón del río Chicamocha, sobrevolando el Parque Nacional, PANACHI, la laguna de Ortices y todos estos parajes maravillosos que se avistan desde las alturas rovirenses.
Los corazones de los pasajeros, que llevaban meses sin visitar a sus familiares en Málaga, se aceleraban, en la medida que el avión se acercaba al cañón del río Servitá, para proceder a hacer la aproximación al aeropuerto de Málaga.
A la derecha del avión se avistaba Capitanejo, mientras el comandante viraba suavemente a su izquierda para alinear con el río Servitá y posteriormente con el aeropuerto de Málaga, cuando vino lo inesperado: un estruendo en la parte delantera izquierda del parabrisas, seguido de manchas de sangre que lo salpicaban todo, una bola de plumas negras ensangrentadas y un fuerte ruido provocado por el viento que penetraba con fuerza al interior de la aeronave, haciéndole disminuir su velocidad de manera abrupta, interrumpió esa paz y esa ansiedad que se experimenta cuando los pilotos y pasajeros se aprestan a prepararse para el aterrizaje.
La silla del piloto quedó manchada de sangre tanto del chulo como del propio Capitán.
Todo se transformó en un caos, más aún cuando copiloto y pasajeros ven que el comandante de la aeronave se desvanecía sobre su silla, con las sienes llenas de sangre que le cubría sus ojos y rodaba por sus mejillas.
La reacción de su copiloto no se hizo esperar, y por su mente pasaron en segundos muchos interrogantes sobre las condiciones de seguridad del aeropuerto de Málaga, sobre los niveles de atención médica en esta ciudad, comparadas con los de Bucaramanga, sobre estas y otras tantas ventajas y desventajas, llegando a la conclusión de girar el avión 180 grados y desviar el vuelo hacia el aeropuerto Palonegro de Bucaramanga.
Lo que vino después, fueron momentos críticos para la tripulación y para los confundidos pasajeros que apenas escuchaban los reportes de emergencia del copiloto a la torre de control de Palonegro y las solicitudes de asistencia médica inmediata, una vez aterrizara el avión.
Para los pasajeros y la misma tripulación, los 20 minutos de viaje placentero que alcanzaron a recorrer entre Palonegro y el cañón del río Servitá, se convertían ahora en más de media hora de pesadillas e incertidumbre.
El chulo que jugaba con los aviones
Los restos del chulo fueron a parar al fondo del interior del avión.
El causante de todo este caos fue un chulo, un gallinazo o un buitre, de esos que merodean los cielos de nuestra región y de todo el país. Pero este no era un chulo cualquiera, relatan otros pilotos que existen chulos o gallinazos que les gusta jugar con los aviones y de paso con la vida de sus pasajeros y tripulantes, ya que se elevan a grandes alturas y cuando divisan una aeronave se lanzan en picada, a más de 70 kilómetros por hora, para pasar muy cerca de ellas.
Pero en esta oportunidad, el chulo de nuestra historia no calculó bien y se estrelló de frente con el avión, destrozando su parabrisas y penetrando a su interior convertido en una bola de plumas negras ensangrentadas, generando terror a todos sus ocupantes y de paso una emergencia aérea convertida en noticia nacional.
El relato de AeroGar
Francesco Barbosa, Gerente de AeroGar
Para el gerente de AeroGar, Francesco Barbosa, la situación fue muy confusa, ya que venían 2 aviones, uno de ACA y otro de LAN, aterrizando solo el primero y generando mucha preocupación, ya que su diferencia era menor a diez minutos y pasados casi 20 minutos no se reportaba, lo que apresuró en Barbosa a hacer varios llamados para conocer la situación del avión, enterándose de lo sucedido.
De acuerdo con el relato hecho por el gerente de AeroGar, "el gallinazo impactó el parabrisas del avión, rompiéndolo e impactando la cabeza del capitán, generando la emergencia, por lo que el copiloto tomó la decisión de devolverse hacia Bucaramanga, lo que considero la mejor decisión, por las condiciones de seguridad existentes allá, que garantizaron una mejor atención, aterrizaron bien y el capitán pudo recibir atención médica inmediata y especializada".
Señala Francesco Barbosa que, "la presencia de tantos gallinazos se ha convertido en un problema muy serio, tema que ya fue tratado con el alcalde de Málaga Luis Antonio Díaz, para solicitar por su intermedio un permiso a la CAS y así poder aplicar las acciones correctivas, ya sea mediante pólvora y otros medios y poder garantizar la seguridad de los aviones, de los tripulantes y de los pasajeros, en las aproximaciones a Málaga".
Advierte que, "gracias a Dios, AeroGar cuenta con aviones bimotor y lo más importante, que están tripulados por dos pilotos muy experimentados por cada avión, lo que da mayor seguridad y garantía para operaciones exitosas".
Con respecto a los pasajeros del avión, reveló que era una familia compuesta por tres adultos y un niño, quienes gracias a Dios no sufrieron ningún problema, solo el susto, que por experiencias propias sabe lo difícil que es vivir una emergencia de estas. Los pasajeros tuvieron que venirse por tierra de Bucaramanga y llegaron sin ningún problema a Málaga.
Otras emergencias
El gerente de AeroGar advirtió que se está acordando con la alcaldía el cierre de los rotos que la gente ha hecho en la malla del encerramiento, porque hace pocos días se produjo otro problema, como fue el tener que abortar un aterrizaje cuando el avión estaba en su aproximación final y fue bastante preocupante, porque un señor que llevaba ganado metió los animales a la pista, lo que fue sorteado por el piloto levantando nuevamente el avión, haciendo una maniobra muy peligrosa, porque el avión ya estaba configurado para aterrizar, aproximadamente a 60 nudos, que es una velocidad muy crítica para levantar la aeronave y hacer un sobrepaso. "Nos preocupa porque este no es solo el aeropuerto de Málaga sino de toda la provincia".
A lo anterior se suma la presencia de niños y adultos que a diario generan situaciones de alto riesgo para los decolajes y aterrizajes, especialmente de un adulto mayor que se pasea a diario por la pista y hace caso omiso a los llamados de atención del personal de las empresas aéreas en el aeropuerto.
Más aviones y tarifas económicas traen AeroGar para 2013
Según Francesco Barbosa, "en 2013 vienen gratas sorpresas para todos los malagueños y rovirenses, con tarifas ejecutivas y económicas, estas últimas en un avión monomotor de 5 pasajeros, cuyo costo por trayecto será de 90 mil pesos, pero que no aplica para el trayecto terrestre desde o hacia Bucaramanga, solo aeropuerto – aeropuerto y la tarifa ejecutiva con aviones más grandes y dos pilotos que seguirá con el mismo precio de 120 mil pesos que se viene manejando y que incluye el transporte terrestre desde y hacia Bucaramanga".
