Vehículo lleno de dinero cayó a un río cuando se desplazaba por la carretera Troncal Central del Norte.


Estado en que quedó el vehículo transportador de Valores. Foto eltiempo.com 

Tunja, eltiempo.com.- En medio de un fuerte operativo de seguridad tuvo que ser desocupado un carro que transportaba bolsas de dinero de diferentes entidades bancarias de Tunja hacia Bogotá.

El hecho se registró en un sector en límites entre los municipios de Ventaquemada y Villapinzón, luego de que el conductor perdiera el control del vehículo afiliado a la empresa Brinks.  Fue tan fuerte el impactó que la cabina del automotor blindado quedó totalmente destrozada. Los cuatro funcionarios que iban dentro resultaron heridos.

Vecinos del sector llegaron al lugar luego de escuchar un fuerte golpe. "Yo estaba en mi casa y salí corriendo para ver que había pasado. Más de una persona se imagino que la plata se había salido del carro", dijo Luz Benavides, habitante del sector.

José Gabriel Steven Pacheco de 34 años, quien conducía el carro de valores fue trasladado al Hospital de Chocontá por presentar un trauma craneoencefálico leve, los demás sufrieron lesiones leves. Los otros dos ocupantes tuvieron que permanecer tres horas en la parte trasera del vehículo donde se encontraba el dinero hasta que los técnicos lograron abrir la puerta de seguridad que estaba atascada.

Una tabla sirvió como puente para que los hombres de seguridad sacaran el dinero del vehículo para trasladarlo a otro que estaba ubicado a un costado de la carretera. "La Policía de Carreteras me informó del accidente y de inmediato llegué al lugar para estar pendiente del traslado del dinero a otro vehículo de valores que debía llevar el dinero que venía de Tunja hacía Bogotá.
Afortunadamente el accidente no cobró ninguna vida", comentó William Rodríguez, jefe Seguridad de Operaciones Brinks, sede Tunja. 
Según información suministrada por la Policía de Carreteras el accidente se produjo por una frenada en el asfalto que estaba liso. El vehículo se llevó una señal de transito y cinco líneas de defensa de un costado de la carretera. 

Adriana Villamil Rodríguez
adrvil@eltiempo.com

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